Hoy más que nunca la profesión de la docencia enfrenta diversos retos y demandas. Es un clamor social que la tarea docente no debe restringirse a una mera transmisión de información, y que para ser profesor no es suficiente con dominar una asignatura o una disciplina. El acto de educar implica interacciones muy complejas, las cuáles involucran cuestiones simbólicas, afectivas, comunicativas, sociales, de valores, etc. De manera que “un profesional de la docencia debe ser capaz de ayudar a otros a aprender, pensar, sentir, actuar y desarrollarse como personas” .
Lo anterior nos refleja la enorme responsabilidad que tenemos a cuestas, y al mismo tiempo nos pone de manifiesto la gran oportunidad que nos brinda este trabajo, al poder influir positivamente en las vidas de los adolescentes que nos son entregados cada año con el inicio de un nuevo ciclo escolar.
Sin embargo al meditar en lo anterior, acepto con mayor seguridad que mi inicio en la docencia hace 27 años y recién egresado como ingeniero agrónomo es una copia fotográfica de la narración de José M. Esteve, cuando por fortuna me tocó impartir materias del área de agricultura y sentía que lo importante era que mis alumnos deberían de aprender el mayor número de conceptos posibles, memorizarlos y repetirlos en larguísimos exámenes escritos o exposiciones orales.
Así mismo en esos inicios, mi mayor preocupación era prepararme más y más en los contenidos temáticos de mi materia y transmitirlos tal y cuál yo los asimilaba de los libros o apuntes de mis estudios universitarios, pero sin considerar en ningún momento las formas en que un estudiante podría aprender, ni mucho menos las distintas posibilidades de aprendizaje que existen en un grupo entero. A mi favor solo tenía que siempre he mantenido una buena relación con mis estudiantes y eso ayudaba un poco, así como un fuerte deseo por enterarme de todo aquello que existía a mi alrededor y que funcionara para ser un mejor maestro día con día.
Afortunadamente la formación de los profesores se ha ampliado considerablemente, incursionando en diversos ámbitos relativos a la actuación docente, y en esto solo nuestra voluntad por aprender más habrá de hacernos mejorar, porque definitivamente aún los compañeros que egresaron de escuelas normales necesitan de la experiencia para irse forjando como mejores docentes, necesitan de la capacitación constante para mantenerse actualizados y pertinentes ante nuevas exigencias.
Apoyándome en estos esfuerzos de capacitación, he logrado mejorar mucho a través de la comprensión de los mecanismos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero siempre será necesario compartir experiencias vividas en distintos contextos y escenarios para enriquecer y entender mejor esa aventura que por decisión propia inicié hace 27 años y que cada vez encuentro más fascinante.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Mi confrontación con la docencia
Estimados compañeros, comparto con ustedes mi relato.
En el año de 1982 egresé como ingeniero agrónomo de la Universidad Autónoma de Nayarit, y en ese momento no tenía idea de que mi futuro se encontraría en la docencia. Tuvimos como padrino de generación a una persona que se comprometió a buscar apoyar a los mejores egresados con una plaza en la educación tecnológica cuyos planteles en aquel entonces se encontraban en expansión. El trámite tardó un poco, y en un momento me encontré con dos alternativas de trabajo: una emanada del compromiso anterior y resultaba ser una plaza de 24 horas como docente en el CBTA 132 del Poblado Morelos Empalme Sonora que lógicamente no conocía, y otra que se trataba de una plaza como técnico de campo en la entonces llamada Secretaría de Recursos Hidráulicos en mi natal Tepic, Nayarit. Esta situación me puso ante la disyuntiva de quedarme en mi tierra y laborar en lo que yo sentía que era lo mío (convertirme en un gran ingeniero agrónomo), o emigrar a Sonora y aventurarme en algo que yo creía que no era para lo que había estudiado, ya que de serlo así hubiese ingresado a la Escuela Normal Urbana donde 2 hermanos míos se habían graduado como maestros de educación primaria y por lo tanto ya conocía ese camino. Lo anterior me hizo recurrir al consejo y la experiencia de los mayores de la familia para decidir que sería lo más conveniente desde varios puntos de vista, y después de mucho meditar y con mucho dolor de corazón, hice maletas y un 7 de septiembre de 1982 abandoné mi tierra de origen con destino a un lugar que sin saberlo habría de convertirse en un pueblo entrañable para mí, que me ha dado más de lo que pude haberme imaginado, un preciado trabajo, una hermosa familia, grandes amigos, aceptable situación económica y un lugar importante en el pueblo donde todos me conocen como “el profe Beto”, y que por consecuencia se ha convertido en mi lugar de residencia y espero sea mi único lugar de trabajo.
Hoy tras 27 años de servicio en este mismo plantel donde he recorrido toda su estructura hasta llegar a ser director de 1991 a 2003, sin pensarlo puedo decir que me ayudaron a tomar la mejor decisión, que ser profesor ha sido una de las mejores cosas que me pudieron pasar en la vida, y más cuando lo eres en poblaciones pequeñas como la nuestra (2,500 habitantes), donde tienes la oportunidad si tú lo quieres de convertirte en alguien especial para la comunidad, en alguien que influya verdaderamente en un mejor desarrollo de la misma.
Trabajar con jóvenes de 15 a 18 o 19 años, es una enorme responsabilidad por la etapa de desarrollo que están atravesando y el conflicto de intereses que pasa por su mente, pero al mismo tiempo eso significa una gran oportunidad de llegar a ellos en un momento especial, en un momento en que tal vez requieren más de nuestra comprensión y apoyo, en que podemos ser guías y orientadores para su camino, y los jóvenes del área rural también son inquietos y tienen sus debilidades, pero cuentan con una nobleza incomparable que debemos aprovechar. Mi labor en educación media superior me ha dado grandes satisfacciones, me ha permitido compartir diferentes y muy agradables momentos con muchos estudiantes, que hoy en día me siguen encontrando y saludando con respeto y gran alegría.
Una de las mayores satisfacciones que he recibido como docente, es el saber que muchos de nuestros estudiantes hoy son hombres de bien, que muchos han concluido una carrera universitaria y hoy ocupan puestos de trabajo importantes o cuando nos encontramos con un nuevo grupo al inicio de clases y algunos estudiantes me dicen “profe., me dijo mi papá que lo saludara que usted fue su maestro y lo recuerda mucho”.
Las insatisfacciones quizás sean las menos y son esos momentos que no quiere uno conservar en su memoria, pero sí las he tenido y se presentan cuando existe la deserción de algún estudiante y uno siente que hizo poco o nada por impedirlo, o cuando sientes que tu esfuerzo no tiene el eco que tú esperabas en el aula, o aquellos momentos en que consideras que tú esfuerzo y dedicación no ha sido debidamente reconocida por autoridades superiores.
Sin embargo, si hoy alguien me pregunta en relación a esa decisión con la que inicié mi relato, solo le podría contestar que doy gracias a dios por haberme iluminado en ese momento, porque a pesar del dolor que me causó dejar el seno familiar, fui al encuentro de una nueva vida y de la profesión más maravillosa que pueda existir y que tantas satisfacciones me ha dado.
Espero sus comentarios, saludos a todos.
En el año de 1982 egresé como ingeniero agrónomo de la Universidad Autónoma de Nayarit, y en ese momento no tenía idea de que mi futuro se encontraría en la docencia. Tuvimos como padrino de generación a una persona que se comprometió a buscar apoyar a los mejores egresados con una plaza en la educación tecnológica cuyos planteles en aquel entonces se encontraban en expansión. El trámite tardó un poco, y en un momento me encontré con dos alternativas de trabajo: una emanada del compromiso anterior y resultaba ser una plaza de 24 horas como docente en el CBTA 132 del Poblado Morelos Empalme Sonora que lógicamente no conocía, y otra que se trataba de una plaza como técnico de campo en la entonces llamada Secretaría de Recursos Hidráulicos en mi natal Tepic, Nayarit. Esta situación me puso ante la disyuntiva de quedarme en mi tierra y laborar en lo que yo sentía que era lo mío (convertirme en un gran ingeniero agrónomo), o emigrar a Sonora y aventurarme en algo que yo creía que no era para lo que había estudiado, ya que de serlo así hubiese ingresado a la Escuela Normal Urbana donde 2 hermanos míos se habían graduado como maestros de educación primaria y por lo tanto ya conocía ese camino. Lo anterior me hizo recurrir al consejo y la experiencia de los mayores de la familia para decidir que sería lo más conveniente desde varios puntos de vista, y después de mucho meditar y con mucho dolor de corazón, hice maletas y un 7 de septiembre de 1982 abandoné mi tierra de origen con destino a un lugar que sin saberlo habría de convertirse en un pueblo entrañable para mí, que me ha dado más de lo que pude haberme imaginado, un preciado trabajo, una hermosa familia, grandes amigos, aceptable situación económica y un lugar importante en el pueblo donde todos me conocen como “el profe Beto”, y que por consecuencia se ha convertido en mi lugar de residencia y espero sea mi único lugar de trabajo.
Hoy tras 27 años de servicio en este mismo plantel donde he recorrido toda su estructura hasta llegar a ser director de 1991 a 2003, sin pensarlo puedo decir que me ayudaron a tomar la mejor decisión, que ser profesor ha sido una de las mejores cosas que me pudieron pasar en la vida, y más cuando lo eres en poblaciones pequeñas como la nuestra (2,500 habitantes), donde tienes la oportunidad si tú lo quieres de convertirte en alguien especial para la comunidad, en alguien que influya verdaderamente en un mejor desarrollo de la misma.
Trabajar con jóvenes de 15 a 18 o 19 años, es una enorme responsabilidad por la etapa de desarrollo que están atravesando y el conflicto de intereses que pasa por su mente, pero al mismo tiempo eso significa una gran oportunidad de llegar a ellos en un momento especial, en un momento en que tal vez requieren más de nuestra comprensión y apoyo, en que podemos ser guías y orientadores para su camino, y los jóvenes del área rural también son inquietos y tienen sus debilidades, pero cuentan con una nobleza incomparable que debemos aprovechar. Mi labor en educación media superior me ha dado grandes satisfacciones, me ha permitido compartir diferentes y muy agradables momentos con muchos estudiantes, que hoy en día me siguen encontrando y saludando con respeto y gran alegría.
Una de las mayores satisfacciones que he recibido como docente, es el saber que muchos de nuestros estudiantes hoy son hombres de bien, que muchos han concluido una carrera universitaria y hoy ocupan puestos de trabajo importantes o cuando nos encontramos con un nuevo grupo al inicio de clases y algunos estudiantes me dicen “profe., me dijo mi papá que lo saludara que usted fue su maestro y lo recuerda mucho”.
Las insatisfacciones quizás sean las menos y son esos momentos que no quiere uno conservar en su memoria, pero sí las he tenido y se presentan cuando existe la deserción de algún estudiante y uno siente que hizo poco o nada por impedirlo, o cuando sientes que tu esfuerzo no tiene el eco que tú esperabas en el aula, o aquellos momentos en que consideras que tú esfuerzo y dedicación no ha sido debidamente reconocida por autoridades superiores.
Sin embargo, si hoy alguien me pregunta en relación a esa decisión con la que inicié mi relato, solo le podría contestar que doy gracias a dios por haberme iluminado en ese momento, porque a pesar del dolor que me causó dejar el seno familiar, fui al encuentro de una nueva vida y de la profesión más maravillosa que pueda existir y que tantas satisfacciones me ha dado.
Espero sus comentarios, saludos a todos.
Los saberes de mis estudiantes
Un saludo afectuoso para todos desde Sonora, en primer término les comento que resulta verdaderamente sorprendente las maravillas que nuestros alumnos pueden hacer en Internet en relación al manejo de sus blogs y el uso de la mensajería instantánea, donde desarrollan diferentes aspectos del gran potencial creativo que se encuentra en cada uno de ellos. Yo comparto con otro docente la responsabilidad en el cuidado de una sala de cómputo y me toca vivir a diario el enorme deseo que ellos presentan por disponer de un poco de tiempo trabajando con la computadora.
Al realizar mis observaciones para efectuar este comentario encontré que nuestros estudiantes dan prioridad a las siguientes acciones:
v Entrar al youtube para ver videos.
v Checar constantemente los Metro flog y blog para ver fotografías y diversos tipos de mensajes.
v Visitas al google para obtener información rápidamente.
v Visitas a my space para ver videos.
v Participar de juegos en línea.
Es decir, a nuestros estudiantes les atrae en forma importante aquellas actividades que les permitan interactuar con otros usuarios, manifestar su creatividad, tener la posibilidad de compartir aspectos de su vida, conocer nuevas personas, compartir fotografías y escuchar o bajar música para engrosar su acervo en este sentido.
Desde luego que no todo es entretenimiento para ellos, también lo utilizan para indagar sobre sus tareas, realizar investigaciones, consultar biografías, entre otros, pero también es prudente aclarar que algunos solo se dedican a copiar, pegar e imprimir sin conocer el contenido de los trabajos.
Esto nos viene a comprobar que efectivamente las nuevas tecnologías y en especial el internet ya forman parte de nuestra vida cotidiana, y como tal debemos en nuestra práctica docente, buscar, encontrar y practicar en nuestro trabajo la mejor forma de aprovechar esta valiosa herramienta para apoyo del proceso educativo.
De tal manera que debemos aprovechar este interés que tienen nuestros estudiantes por usar el internet, por lo tanto debemos incluir en nuestras planeaciones didácticas algunas actividades como las web quest y utilización de blogs para abordar contenidos temáticos de nuestras asignaturas, involucrándose la labor del facilitador con los estudiantes mas aventajados para apoyar al resto de alumnos en el uso de esta tecnología para el desarrollo de proyectos educativos en este medio tecnológico.
Creo que algo de esto que comento al final, ya se está dando cuando vemos en nuestra sala a varios estudiantes apoyando a otros a bajar música o moverse dentro de un videojuego.
Espero sus comentarios en relación a este interesante tema de actualidad.
Al realizar mis observaciones para efectuar este comentario encontré que nuestros estudiantes dan prioridad a las siguientes acciones:
v Entrar al youtube para ver videos.
v Checar constantemente los Metro flog y blog para ver fotografías y diversos tipos de mensajes.
v Visitas al google para obtener información rápidamente.
v Visitas a my space para ver videos.
v Participar de juegos en línea.
Es decir, a nuestros estudiantes les atrae en forma importante aquellas actividades que les permitan interactuar con otros usuarios, manifestar su creatividad, tener la posibilidad de compartir aspectos de su vida, conocer nuevas personas, compartir fotografías y escuchar o bajar música para engrosar su acervo en este sentido.
Desde luego que no todo es entretenimiento para ellos, también lo utilizan para indagar sobre sus tareas, realizar investigaciones, consultar biografías, entre otros, pero también es prudente aclarar que algunos solo se dedican a copiar, pegar e imprimir sin conocer el contenido de los trabajos.
Esto nos viene a comprobar que efectivamente las nuevas tecnologías y en especial el internet ya forman parte de nuestra vida cotidiana, y como tal debemos en nuestra práctica docente, buscar, encontrar y practicar en nuestro trabajo la mejor forma de aprovechar esta valiosa herramienta para apoyo del proceso educativo.
De tal manera que debemos aprovechar este interés que tienen nuestros estudiantes por usar el internet, por lo tanto debemos incluir en nuestras planeaciones didácticas algunas actividades como las web quest y utilización de blogs para abordar contenidos temáticos de nuestras asignaturas, involucrándose la labor del facilitador con los estudiantes mas aventajados para apoyar al resto de alumnos en el uso de esta tecnología para el desarrollo de proyectos educativos en este medio tecnológico.
Creo que algo de esto que comento al final, ya se está dando cuando vemos en nuestra sala a varios estudiantes apoyando a otros a bajar música o moverse dentro de un videojuego.
Espero sus comentarios en relación a este interesante tema de actualidad.
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